28 noviembre 2006

LOS BARRIOS

El barrio Sargento Cabral de los años 30


Mina Scheer relata cómo era el barrio Sargento Cabral de los años ‘30

Nos cuenta que en 1936 compraron un lote en remate e hicieron una casa y un local. Todo era yuyales y árboles. También había chalets y casas antiguas sobre General Paz, donde funcionaba la escuela Drago. Recuerda al edificio de Chapoteaux, que se utilizaba como biblioteca barrial y en el fondo estaba la quinta de los Panchaud, donde los fines de semana se observaba una caravana de coches que se dirigían allí para hacer picnics en medio de una inmensa polvareda, pues en esa época el regador no pasaba y el barrio carecía también de electricidad y agua corriente. Sólo había dos líneas de colectivos que demoraban bastante en pasar. De más está decir que no había calles asfaltadas... los días de lluvia eran una trampa para los automovilistas desprevenidos. Aún recuerda cuando alguno quedaba atrapado en esos lodazales, no tenía más remedio que esperar el día para pedir auxilio. De mañana los despertaban los gallos, el lechero que traía la leche embotellada, el panadero, el verdulero, el carbonero (ya que aún no habían aparecido las cocinas a gas), el botellero, etc.
Alrededor de las nueve y media repartían el diario El Litoral, pero casi era imposible leerlo debido a la cantidad de mosquitos.
Pasó el tiempo... las grandes extensiones de terreno fueron loteadas, los centenarios eucaliptos fueron talados. Mina asegura que le produjo una enorme tristeza verlos caer con sus raíces arrancadas, dejando un gran hoyo en el suelo. Los pinos de la General Paz corrieron la misma suerte a fin de poder ensanchar la avenida.
Han pasado más de setenta años y, sin embargo, no puede menos que admirar y sentirse orgullosa del barrio Sargento Cabral, que de noche se viste de gala con sus negocios con letreros luminosos, el tránsito impresionante a toda hora y multitudes de gente por todas partes.

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